El uso de dispositivos móviles se mantiene en época estival. De hecho, según el estudio ‘Vacaciones sin teléfono móvil - Estadísticas en 2022’, realizado por PhotoAiD, el 97% de los usuarios utiliza el smartphone de forma recurrente en verano y un 27% lo consulta cada dos horas. Además, según el mismo informe, el 75% considera su teléfono móvil su accesorio de viaje número uno. Esta realidad pone de manifiesto la importancia de concienciar y promover un correcto uso y mantenimiento de los dispositivos en una estación donde la exposición al sol, la arena o el agua aumenta exponencialmente.

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Así pues, los diversos problemas a los que se enfrenta la tecnología con la llegada de las actividades al aire libre y con calor requieren de un mayor cuidado por parte de los usuarios. “Las altas temperaturas influyen en el funcionamiento de los dispositivos electrónicos, en especial, afectan directamente a la batería y al sistema de ventilación, aunque las pantallas, las tarjetas de memoria o los pendrives y las cámaras de fotos también son dispositivos muy sensibles al calor”, declaran fuentes de ANOVO, empresa especializada en servicios de posventa tecnológica.

Para minimizar las consecuencias del uso de los dispositivos electrónicos en verano, desde ANOVO comparten cuatro consejos:

  1. Alejar el dispositivo del agua. Si el dispositivo es resistente al agua es importante tener cuidado con las sustancias corrosivas como la sal y el cloro, que pueden potenciar la oxidación de los elementos de su interior. Por otro lado, si no tiene resistencia al agua, lo mejor es poner el dispositivo en una funda hermética para aislarlo del entorno.

  2. Evitar la exposición al sol, sobre todo si el dispositivo lleva carcasa. Las temperaturas extremas pueden afectar gravemente a tu dispositivo, sobre todo cuando la exposición es directa. En concreto, se recomienda mantenerlo a una temperatura entre 0 y 35 grados. Para ello, cuando la temperatura exterior sea extremadamente calurosa, se aconseja guardar el dispositivo dentro de la mochila o el bolso. Además, la carcasa protectora del móvil retiene el calor y provoca un aumento en la temperatura, por lo que es interesante retirarla si exponemos el móvil al calor. Por otro lado, ponerlo en Modo Avión e intentar evitar el uso de apps que requieran de un elevado esfuerzo del procesador ayuda también a que no se sobrecaliente.

  3. No dejar el dispositivo en contacto con la arena o el polvo. Sin lugar a duda, las zonas más sensibles a la arena y a otras pequeñas partículas son las ranuras donde se conecta el cargador o los auriculares. Para evitar problemas de funcionamiento provocados por estas pequeñas partículas, se recomienda proteger los dispositivos con fundas y carcasas que cubran las ranuras y, en la medida de lo posible, evitar su uso en lugares como la playa.

  4. Asegurar tus archivos y contratar un seguro: El verano es una época de mucho movimiento, y por tanto, aumentan exponencialmente los riesgos de no hacer un correcto uso de los dispositivos. En este sentido, es aconsejable asegurar los archivos (desde imágenes hasta contactos) y apostar por asegurar nuestro teléfono móvil para prevenir cualquier incidencia que pueda dejarnos sin dispositivo durante el verano.

Tras compartir estas recomendaciones, desde ANOVO aseguran que “un buen cuidado de los dispositivos electrónicos, especialmente en verano, es indispensable para alargar su vida útil y mejorar su rendimiento”.