Me parece un debate interesante ya que las tiendas se lo plantean y le dan vueltas al tema. Cada vez más se ven dos tipos de corrientes: apostar por una tienda con una amplia gama de familias de productos, con un surtido completo, o bien optar por una especialización de una o dos familias concretas. Ambas opciones, trabajadas bien, creo que pueden ser positivas para los puntos de venta actuales, para conseguir así una diferenciación.

La especialización la estamos viendo a menudo y cada vez son más los comercios que apuestan por ella. Las ventajas de tomar esta decisión son claras: si tienes una tienda exclusivamente de gama blanca y PAE, o de nuevas tecnologías, o de gama marrón… tienes que ser un gran especialista y tener un gran surtido. Los clientes verán ese punto de venta como referente y como el mejor prescriptor posible. Apostar por recuperar líneas de productos y tener una gama completa implica también trabajarlos bien, y no tenerlos por tener. Las ventajas de este tipo de tiendas es que, en un mismo centro, el usuario puede adquirir todos los productos que necesite o tener esa comodidad y facilidad de no tener que desplazarse a diferentes sitios. Por supuesto, también hay que estar muy especializado y profesionalizado en cada familia de productos, porque así el cliente también los verá como grandes profesionales y especialistas, cosa que la tienda de proximidad, a mi parecer, ya logra.

Ambas opciones bien trabajadas creo que son válidas. Lo que está claro es que hay que conseguir diferenciarse de la competencia de alguna u otra forma, y tener una tienda especializada es una manera de hacerlo posible, así como tener un establecimiento con una amplia gama de productos bien trabajados.

Por Jesús Olaya, director general de Ei Electro Imagen