Hace más de diez años, cuando todavía no había llegado la corriente americana del Black Friday (que además residía en un único día), en España, una de las campañas más importantes del año a nivel de venta en el sector era la Navidad. Era una compra sentimental y había una predisposición del consumidor en esas fechas. Sin embargo, la globalización ha hecho que a día de hoy se avancen todas esas compras a los meses de octubre y noviembre con campañas como el Black Friday o el Cyber Monday, que acaparan todos los focos.

Los consumidores están deseando que lleguen estas fechas para adelantar todas sus compras necesarias (y no tan necesarias), por el simple hecho del descuento y del precio. Una tradición que lejos queda ya de ser un único día. Mucha gente me dice que ahora ya dura casi un mes entero. Es por esto, que año tras año, estas fechas cobran una importancia sideral a la hora de conseguir o no los objetivos anuales, ya que se produce un volumen de compra muy importante para las tiendas.

En un año tan cambiante como el actual, y ante un 2023 con muchas dudas económicas y sobre cómo le irá al sector, estas semanas actuales y venideras cobran una importancia capital para poder llegar o superar los objetivos marcados a principio de año. Unas fechas donde las ofertas afloran por todas partes y donde, nuevamente, el servicio debe ser un factor diferencial para ganarse la confianza del consumidor y llevar a su terreno al cliente.

El sector tiene la fuerza, prescripción y capilaridad necesarias para hacer de estos meses un momento clave en sus ventas anuales. Ánimo y a por el sprint final.

Por Jesús Olaya, director general de Ei Electro Imagen