La gran mayoría de empresas en España son pymes y generan valor a través de diferentes caminos, pero todos ellos positivos para la sociedad.

Por un lado, generan valor dando servicios a sus clientes que gracias a ello viven de su actividad y vuelven a generar valor a la sociedad. Por otro lado, generan valor comprando a sus proveedores que a su vez generan valor a la sociedad. También al crear empleos generan un gran valor social sobre todo si son estables. Y al pagar impuestos generan valor a la propia sociedad haciendo posible el progreso como país.

La cuestión es que si una empresa por ejemplo da una buena formación a sus empleados está generando valor extra ya que no lo hacen todas y si ayuda a sus clientes con un excelente servicio igualmente es otro plus añadido a la hora de generar valor, es decir la diferencia es que las pymes de calidad que hacen bien las cosas y son serias cuidando su mercado contribuyen en mayor cantidad a generar valor que aquellas que son más mediocres.

Y algo muy importante es el valor emocional que pueden generar las empresas al tener a su personal más motivado y contento, por tener unas buenas actitudes desde la dirección y sabiendo valorar la aportación de sus equipos. Los empleados de una empresa que tienen un empleo estable consumen a diferentes empresas y pagan impuestos devolviendo una parte del valor obtenido por su trabajo a la sociedad.

Un empleado que genera valor es aquel que es resolutivo, capaz de evitar problemas y si los comete solucionarlos, es aquel que ayuda y une al equipo porque dispone de una buena salud emocional, es aquel que se preocupa por la excelencia del servicio al cliente, es aquel que sabe priorizar y organizarse su trabajo y por eso progresa dentro de la empresa y mejora económicamente salvo que sus jefes y líderes sean el problema.

Un líder que genera valor es aquel que sabe dirigir un equipo de personas, que apuesta por la formación de su gente e invierte en ello, que sabe comunicar y transmitir la visión, misión, valores y cultura de empresa más adecuada y por eso le respetan porque está preparado para ayudar a su gente.

Una empresa que no es capaz de generar valor acaba en la cuneta, fuera de la carretera y sin posibilidades de sobrevivir a largo plazo. Solo se puede perdurar mucho tiempo en un mercado cuando estás aportándole el suficiente valor al mismo y sobre todo más valor que tus competidores. Un empleado incapaz de generar valor se quedará estancado en algún puesto de poca importancia con tareas repetitivas o incluso se quedará en el paro porque nadie quiere gente así en sus empresas. Un líder que no genera valor durará muy poco tiempo en el cargo o simplemente se cargará la empresa y buscará culpar a otros de su ineficiencia.

Cuando somos consumidores y vamos a comprar algo o al restaurante a comer notamos si nos generan valor o no y eso será determinante para la valoración que haremos del producto o servicio recibido. En la actualidad en el mundo digital hay muchas razones para sentirnos frustrados ante una máquina donde no puedes opinar y a veces ni siquiera elegir sino solo aceptar o rechazar o ante una persona que nos atiende de forma mediocre y sin interés alguno, así se destruye valor en lugar de crearlo.

En España tenemos una tendencia a no saber apreciar en toda su dimensión aquello que genera valor para nosotros y esto es otro aspecto que debe trabajar cualquiera sabiendo comunicar y vender sus elementos diferenciales, una cosa es ser bueno y capaz de generar valor y otra no saberlo vender adecuadamente o en justa medida, como siempre hemos dicho si primero no te quieres a ti mismo tampoco puedes querer a los demás.

Una empresa eficiente es aquella que sabe valorar a las personas que generan valor interno en sus procesos organizativos y valor externo a sus clientes y unos empleados excelentes son aquellos que saben apreciar el valor que les transmiten sus líderes y el conocimiento que les aportan ayudándoles así a evolucionar.

Todos vemos en nuestro día a día como hay multitud de gestiones que debemos hacer donde prácticamente no solo no nos generan valor, sino que nos atienden de formas mediocres y desinteresadas. La mayoría del tejido productivo y comercial español son pymes privadas donde la generación de valor está directamente relacionada con la propia supervivencia ya que no se pueden permitir perder clientes e incluso deben procurar aumentar su cartera a la más mínima oportunidad.

Ni con el factor suerte durará mucho una empresa que no genere valor, así que hay que ponerse las pilas y prepararse para añadirlo por todos los frentes.

  • De la conducta de cada uno depende el destino de todos.

  • El éxito es un objeto de gran valor que hay que comprar al precio indicado y sin descuento.

  • Hay que planificar siempre como añadir más valor a clientes, empleados y a la propia sociedad y permaneceremos mucho tiempo en el mercado.

José Carrasco (blog: www.josecarrascolopez.com)

Autor del libro: Cómo Gestionar para Perdurar.

Fundador de Azelera Formación y Fersay Electrónica (junio-2024).

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