Casi a punto de finalizar el primer mes del 2025, la cuesta de enero se perfila aún más empinada de lo previsto. Con el regreso del IVA de los alimentos y la electricidad a sus tipos habituales, muchos hogares notarán un mayor impacto en su economía familiar.
Ante este escenario, adoptar hábitos de consumo eficientes se convertirá en una medida clave para que los hogares puedan mitigar el impacto de estas subidas. Implementar pequeños cambios, como ajustar los horarios de uso de los equipos, aprovechar las tarifas con discriminación horaria o elegir dispositivos de bajo consumo, será fundamental para evitar un incremento notable en las facturas.
En este sentido, los avances tecnológicos en eficiencia energética han convertido a los equipos más modernos en grandes aliados para el ahorro. Dispositivos con certificaciones energéticas avanzadas, como los de clase A o superior, consumen significativamente menos electricidad que modelos antiguos, lo que permite un uso más sostenible y eficiente sin renunciar al rendimiento. Por ello, aunque la inversión inicial en estos equipos puede ser más elevada, su durabilidad y la reducción en el consumo energético compensan el gasto, traduciéndose en un ahorro considerable a largo plazo.
Claves para aumentar el ahorro:
1.Eficiencia energética mejorada.
Renovación de equipos antiguos e ineficientes por otros actuales que incorporen tecnologías diseñadas para optimizar el consumo de energía sin sacrificar el confort en los hogares.
2.La personalización al servicio del ahorro.
La integración de tecnologías inteligentes está revolucionando la forma en que gestionamos nuestros hogares. En esta línea, el sector ha dado un paso más con dispositivos conectados, como calderas, controladores, aires acondicionados o bombas de calor, que permiten un control más preciso. Los equipos de calefacción y climatización ahora pueden ajustarse automáticamente a las necesidades específicas de cada vivienda, considerando factores como la estación del año, las condiciones climáticas y la tipología del hogar. Esto no solo optimiza el consumo, sino que mejora significativamente la experiencia del usuario.
3.Integración y conectividad: una experiencia personalizada.
Los avances tecnológicos no solo mejoran la eficiencia de los sistemas de calefacción, sino que también potencian la conectividad, otro factor clave para optimizar la experiencia del usuario. Los nuevos sistemas pueden integrarse perfectamente con otros equipos del hogar, como sistemas híbridos o termostatos inteligentes, lo que permite un control aún más preciso del consumo energético.
4.Mantenimiento remoto y optimización continua
De las actuales calderas y bombas de calor Bosch están equipadas con tecnología de monitorización remota, HomeCom Pro, lo que permite realizar ajustes en los parámetros y detectar cualquier avería de manera anticipada por técnicos especializados. Esto garantiza un funcionamiento eficiente y evita posibles problemas, asegurando que los equipos operen siempre a su máximo rendimiento.
5.Ahorro a través de energía limpia.
La adopción de sistemas basados en tecnologías sostenibles, como la aerotermia, el hidrógeno verde o el biometano, no solo reduce las emisiones de CO2, sino que también permite un ahorro en el consumo de energía. La aerotermia, en particular, destaca como una solución integral capaz de cubrir las necesidades de calefacción, refrigeración y agua caliente con un alto nivel de eficiencia, pero también como sistema híbrido en combinación con calderas eficientes. Gracias a su versatilidad y a los elevados rendimientos de las bombas de calor, esta tecnología permite un menor uso de energía convencional, lo que se traduce en un ahorro significativo en la factura energética a largo plazo.