Green Alley Award ha anunciado el nombre de las cinco compañías europeas que competirán junto a la española Novapedra en la gran final, que se celebrará en Berlín el próximo 25 de abril. Este galardón, promovido por European Recycling Platform (ERP) y su matriz, Grupo Landbell, premia desde hace ya diez ediciones con 25.000 euros la idea de negocio europea más sostenible en el ámbito de la economía circular.
Las cinco startup seleccionadas por el jurado proceden de Reino Unido (Carbon Cell y PulpaTronics), Italia (Arabat), Polonia (Ecopolplast) y Suiza (Rheiazymes) y ofrecen nuevas soluciones para envases sostenibles, reciclaje más inteligente y la utilización de residuos de alimentos, plástico o textiles para crear nuevos productos, haciendo así un uso más eficiente de los recursos.
La startup española Novapedra se convirtió hace un mes en la primera finalista de este premio al lograr el apoyo mayoritario del público que ha participado en las votaciones online al inicio de este año. Este es el tercer año consecutivo en el que una empresa española se hace con un puesto en la final.
La economía circular, un sector cada vez más innovador y consolidado “El elevado número y calidad de las propuestas recibidas desde España este año refleja que nuestro sector vinculado a la economía circular es innovador y está cada vez más consolidado. La alternativa a la cerámica convencional de Novapedra, fabricada a partir de residuos orgánicos y minimizando emisiones ya que no necesita horno para endurecerse, demuestra cómo una idea, en apariencia sencilla, puede convertirse en un producto no solo sostenible, sino también testado, bello, aromático, resistente y viable desde un punto de vista económico y comercial. Y sin duda, este tipo de iniciativas reflejan a la perfección el espíritu del Green Alley y también los gustos cada vez más sostenibles de los consumidores”, explica Laura Alonso, directora general de European Recycling Platform España.
Por su parte, el CEO y director creativo de Novapedra, Emiliano Altamirano, ha indicado que “estar entre los finalistas seleccionados para el Green Alley Award de este año es un gran hito para nosotros y nos motiva aún más a continuar trabajando para crear un planeta cada vez más sostenible. También estamos entusiasmados de conocer a nuestros compañeros finalistas y aprender más sobre sus proyectos y objetivos comunes”.
Una breve semblanza de los otros finalistas europeos de este año
Desde Italia, Arabat presenta una tecnología avanzada y sostenible para ayudar a los usuarios y fabricantes de baterías con el reciclaje de baterías gastadas y la recuperación de materias primas, con procesos basados en biomasa que utilizan subproductos y residuos de frutas y verduras.
Por su parte, la británica Carbon Cell ha desarrollado una espuma rígida biodegradable, negativa en carbono, a partir de residuos. Destaca su aislamiento térmico y acústico competitivo, solidez y resistencia al fuego lo que permite a las empresas utilizar envases de poliestireno más sostenibles para proteger sus productos de impactos o cambios de temperatura durante el transporte.
La otra finalista de Reino Unido es PulpaTronics, cuyas etiquetas sostenibles RFID (etiquetas de identificación por radiofrecuencia) simplifican el suministro y transporte de materiales y agilizan la fabricación. Estas etiquetas disminuyen en un 70% las emisiones de CO2 al tiempo que reducen a la mitad los costes. De esta forma proporcionan a los minoristas una solución asequible y sostenible para la gestión de su inventario.
La startup polaca Ecopolplast presenta, dentro de su tecnología de fabricación innovadora Ecoplastomer®, una nueva categoría de producto, los TPEs (elastómeros termoplásticos) circulares fabricados a partir de materiales 100% reciclados, limitando así el impacto ambiental y de emisiones de CO2 gracias a su mezclado mecánico, sin aditivos químicos ni estabilizantes.
Finalmente, desde Suiza, Reiazimas propone su bioreciclaje molecular para ayudar a la industria de la moda a resolver el problema del reciclaje de plásticos para ropa deportiva, trajes de baño y textiles para uso al aire libre. Sus “tijeras biológicas” separan los materiales a nivel molecular, lo que permite extraer las materias primas originales.
“Cada una de las seis startups finalistas de este año encarna el espíritu de innovación, emprendimiento y compromiso con la sostenibilidad que defiende el premio. Desde tecnologías de reciclaje innovadoras hasta modelos de negocio circulares pioneros, estos finalistas están liderando el camino hacia un futuro más sostenible”, explica Jan Patrick Schulz, director ejecutivo de Landbell Group y fundador del Green Alley Award.
Esta edición ha sido récord en participación, con 339 candidaturas presentadas desde toda Europa, lo que supone un crecimiento del 50% respecto a la edición anterior. En particular, la mayoría de las solicitudes de startups procedieron de Alemania (19%), seguida del Reino Unido (16%), Italia (11%) y España (9%). Desde España se presentaron un total de 31 ideas de negocio, un 55% más que en la edición anterior.