Ante las puertas de las vacaciones, hoy quería hablar de un factor muy importante en la compra de un electrodoméstico, sobre el que se está viendo en muchos casos que existe una carencia o una ineficiencia. Me refiero al servicio técnico.
Sin duda, el servicio técnico puede ayudar a fidelizarse con una marca, o ante los problemas que se puedan tener, a no querer consumir más la misma. Pero si nos trasladamos a la tienda de proximidad, tener un servicio técnico propio, o llevar a los clientes a un servicio técnico de confianza, puede dar un valor añadido y una confianza aún mayor.
La tienda tiene que ser un centro completo de venta de productos y ofrecer unos servicios para fidelizar al cliente. Considero que tener un buen servicio técnico desde el establecimiento ayuda a generar esa relación de confianza con el consumidor, que favorece la fidelización.
Es cierto que últimamente se habla mucho de la falta de personal cualificado, o incluso de la falta de relevo generacional en estos puntos de servicio técnico. Es un problema añadido en el sector, muy relevante para poder seguir ofreciendo un servicio completo. Desde mi posición como mero espectador del sector, veo que es muy importante salvar a los servicios técnicos y que estén lo suficientemente formados para que den un buen valor tanto a la tienda como a las propias marcas.
No hay nada más incómodo que tener un problema con un electrodoméstico y que no haya una solución rápida y eficiente. Cuando llamas al servicio técnico oficial o al punto de venta donde lo compraste y lo solucionan rápido y con proactividad, tú, como consumidor, quedas completamente satisfecho y con ganas de seguir confiando en ellos.
Por Jesús Olaya, director general de Ei Electro Imagen