Fundación Ecolec, organización sin ánimo de lucro que centra su actividad en el reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) ha gestionado durante 2023 un total de 111.864 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Esto supone que Ecolec ha superado las 100.000 toneladas anuales de RAEE correctamente gestionadas durante siete ejercicios consecutivos, siendo, además, el primer y único Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor en conseguirlo.
Como cada ejercicio, Ecolec, bajo el paraguas de la transparencia y como institución abierta que es, informa a la ciudadanía y pone a su disposición los datos de gestión de RAEE. Durante el pasado año, la recogida por habitante fue de 8,10 kilos. Un dato que, Luis Moreno, director general de Fundación Ecolec, resalta ya que “es la perfecta muestra de la importante y trascendental labor de la sociedad. Este resultado es gracias a la solidaridad de todos y a la concienciación que existe hacia la salud de nuestro planeta. Sin embargo -ha continuado Moreno-, este esfuerzo por el reciclaje tiene que continuar para luchar contra un Cambio Climático que no se detiene”.
Por estas razones, el director general de Fundación Ecolec, ha explicado "lo necesario que es seguir estando al lado de la ciudadanía, aportando nuestro granito de arena con el impulso de campañas e iniciativas enfocadas en el reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, con el objetivo de concienciar en la importancia del propio reciclaje, así como del consumo responsable y la contribución a la Economía Circular, entre otras cuestiones”.
Las Islas Baleares, Extremadura y la Comunidad Valenciana son las regiones con los mayores registros de kilos por habitante
Las Islas Baleares es el territorio español en el que mayor número de kilos por habitante se gestionó de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos durante el año pasado. En total fueron 14,88 kilos de media, 6,78 kilos más que la media nacional. Le siguen Extremadura y la Comunidad Valenciana con 12,30 y 10,75 kilos por habitante, respectivamente. También superaron los 10 kilos de recogida por habitante la Comunidad de Madrid con 10,52 kilos y las Islas Canarias con 10,29 kilos.
Por otro lado, la Comunidad de Madrid con 22.070 toneladas de RAEE, la Comunidad Valenciana (15.705 toneladas), Cataluña (12.866 toneladas) y Andalucía (12.474 toneladas) fueron las comunidades en las que mayor cantidad de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se gestionaron.
El director general de Fundación Ecolec ha querido felicitar a las comunidades “que copan los primeros puestos por su esfuerzo y colaboración”. Además, Luis Moreno ha remarcado que acciones como la #GreenWeek, “donde la concienciación se lleva a cabo a pie de calle, son imprescindibles para aumentar la correcta gestión de los residuos y, por tanto, incrementar el aprovechamiento de los recursos contenidos en estos residuos”.
Importancia de reciclar la basura electrónica
Según Naciones Unidas, la generación de desechos electrónicos en el mundo aumenta cinco veces más rápido que su reciclaje. En 2022 se batió un récord de 62 millones de toneladas de RAEE, cifra que llenarían 1,55 millones de camiones de 40 toneladas, según el informe The Global E-Waste Mionitor 2024. La generación de estos residuos crece cada año 2,6 millones de toneladas, por lo que en 2030 la generación total será de hasta 82 millones de toneladas.
“Hay muchas evidencias que demuestra que el reciclaje de nuestros RAEE es esencial. Por ejemplo, un frigorífico mal reciclado emite a la atmósfera gases de efecto invernadero equivalentes a las emisiones de un coche en 15.000 kilómetros”, ha recalcado Luis Moreno. Además, ha querido hacer especial hincapié en que “las consecuencias de no reciclar correctamente nuestros aparatos electrónicos cuando dejan de funcionar se agravan en aquellos puntos del Planeta donde la extracción de materias primas para fabricar estos productos produce graves impactos sociales”.
Todos los dispositivos eléctricos que se usan en el día a día pueden tener una segunda vida si se reciclan correctamente. Cada usuario se convierte en el actor principal de un proceso en el que se puede dar un final apropiado que, por un lado, ofrezca la posibilidad de su reutilización y, por otra parte, ayude a un desmontaje y una descontaminación sostenible, responsable y respetuosa con el Medio Ambiente.