El Green Alley Award, el primer premio europeo para startups de economía circular, ha recaído en su décima edición en la empresa británica PulpaTronics por su alternativa a las etiquetas RFID, sin chips ni metal, lo que permite reducir la huella ambiental. Para ello, la empresa ha incorporado una innovadora tecnología láser que imprime un circuito conductor a base de carbono directamente sobre el papel, lo que permite que sean más rentables y compatibles con los procesos de reciclado existentes. Desde 2014, Green Alley Award, organizado por European Recycling Platform y su matriz, el Grupo Landbell, premia con 25.000 € nuevos modelos de negocio en el ámbito de la economía circular, el reciclaje y la prevención de residuos.

Chloe So, fundadora y consejera delegada de PulpaTronics, indicó en la recogida del premio que "utilizaremos el dinero del premio para seguir desarrollando nuestro producto, reforzar nuestra posición en el mercado y participar activamente en el desarrollo a futuro de la economía circular."

Por su parte, Jan Patrick Schulz, consejero delegado del Grupo Landbell, indicó que "el jurado ha valorado especialmente que la tecnología de PulpaTronics ofrece a las empresas una solución más eficiente y con proyección de futuro, reduciendo el impacto ambiental y facilitando el seguimiento de los residuos de papel. Hace diez años creamos el premio Green Alley para estimular aquellas ideas de negocio enfocadas a solventar los retos que plantea la economía circular. Estamos muy orgullosos de poder apoyar a empresas emergentes innovadoras como Pulpatronics, que pueden contribuir significativamente a la transformación sostenible de nuestra economía y, al mismo tiempo, ayudar a proteger nuestro entorno".

ERP España

Un espacio común para compartir ideas que promuevan un mundo más sostenible

Para la directora de ERP España, Laura Alonso, el premio Green Alley “siempre ha sido más que un simple reconocimiento económico a la innovación, el objetivo es plantear un espacio común en el que las personas puedan compartir sus ideas, impulsadas por el propósito común de promover un mundo más sostenible”.

En este sentido, Emiliano Altamirano, CEO y director creativo del finalista español Novapedra, indicó que “la experiencia de participar en la final de Berlín ha sido muy enriquecedora para nosotros. Hemos podido compartir nuestras ideas con otros finalistas y con los expertos reunidos allí, y hemos visto el elevado interés que despertaban nuestros productos cerámicos, lo que refuerza nuestra confianza y nos proporciona una motivación extra para seguir avanzando en su desarrollo. Nuestro objetivo a medio plazo es ampliar la colección de objetos para interior como exterior y testear los primeros prototipos de paneles de pared e inmobiliario. Con vistas al futuro nos concentramos también en obtener los certificados necesarios para baldosas, iluminación y vajilla”.

La décima edición de Green Alley Award ha tenido una altísima participación, con 339 candidaturas presentadas desde toda Europa, lo que supone un crecimiento del 50% respecto a la edición anterior. La mayoría de las solicitudes procedieron de Alemania (19%), seguida del Reino Unido (16%), Italia (11%) y España (9%). Desde nuestro país se presentaron un total de 31 ideas de negocio, lo que supone un crecimiento del 55% respecto a la edición anterior.