Ante las recientes críticas y preocupaciones expresadas en relación con las Centrales de Compra y Servicios (CCS), carentes, con excesiva frecuencia, de un conocimiento profundo de su composición, funcionamiento y estructura, nos dirigimos a la opinión pública para reivindicar el papel esencial que estas organizaciones desempeñan en la economía, las empresas y el conjunto de la sociedad española.
En el año 2019, la contribución de las más de 60,000 pymes españolas adheridas a las CCS fue de vital importancia, representando el 20% de la cifra de negocios del comercio, el 11% del PIB nacional, el 18% de la ocupación comercial y casi el 3% del empleo total en España.
Para poner en perspectiva esta significativa contribución, es importante destacar que la aportación directa al PIB por parte de las CCS equivalió a 65,2 veces el presupuesto destinado por el gobierno para la PYME, 30 veces el de sanidad o 1,3 veces el de agricultura. Además, las empresas asociadas a las CCS también desempeñaron un papel crucial en la financiación de la Seguridad Social, representando el 13% de los costes patronales del comercio y el 2,5% de la recaudación total de la Seguridad Social. Por otra parte, su contribución por impuestos directos supuso el 5% de la recaudación total del Impuesto sobre Sociedades en el mismo año.
Las CCS son verdaderos motores de la actividad empresarial española, proporcionando el sustento a más de 60.000 pequeñas y medianas empresas al mejorar su gestión, reducir sus costes y aumentar su rentabilidad y productividad. Su existencia permite la presencia de comercios de proximidad en todo el territorio nacional, incluyendo municipios rurales y áreas urbanas. En provincias como Teruel, por ejemplo, donde el despoblamiento es una preocupación constante y que, junto con Soria, es una de las provincias más despobladas del sur de Europa, los comercios asociados a las CCS representan el 66% del comercio en zonas rurales, contribuyendo al desarrollo económico local, la fijación de población y la mejora de la calidad de vida en el hábitat rural.
Además, en las áreas urbanas, el comercio asociado a las CCS se establece a lo largo del tejido urbano, en todos los barrios de nuestras ciudades y pueblos, dinamizando calles y aportando vitalidad y servicio a las comunidades locales.
En conclusión, instamos a reconocer y valorar el papel esencial que desempeñan las Centrales de Compra y Servicios (CCS) en la economía, las empresas y la sociedad en general, su contribución es vital para el sector comercial y tiene un impacto significativo en el bienestar y la prosperidad de toda la sociedad española.