Los españoles asalariados ganan una media de 19.817 euros al año, mientras que sus gastos ascienden hasta los 22.598 euros. Así lo expone el libro del profesor del IESE José Luis Nueno ‘Todo es terrible, pero yo estoy bien’, editado por AECOC, que analiza el comportamiento de 250.000 consumidores. Nueno explica que este saldo negativo de 2.781 euros se sufraga con ahorros, créditos y con la red de apoyo familiar.
Este diferencial entre ingresos y gastos puede marcar el consumo en el segundo semestre del año, ya que, según el análisis de Nueno, “los salarios crecen más lento que la inflación”.
Uno de los factores clave será la evolución del ahorro. “Durante la pandemia, la tasa de ahorro subió al 21% y ahora está sobre el 9%. Este ahorro embalsado se está agotando y es un problema”.
La pérdida de poder adquisitivo se nota especialmente en las rentas más bajas, que son las que más están recortando sus gastos (-3,8%).
El profesor también recuerda que, quitando el efecto inflación, la mayoría de las categorías de consumo caen en volumen de compra, “y eso afecta a los márgenes de los fabricantes y de los retailers”.
Por contra, Nueno considera que la evolución del mercado laboral sí tendrá un efecto positivo en el consumo. “Se seguirá creando empleo, y eso permite que gente más joven y que se incorpora al mercado laboral tenga ingresos con los que gastar. Esto impulsará diferentes categorías de pequeño gasto, como la restauración, los viajes low cost o la moda, que están en crecimiento, en parte, por la incorporación de estos consumidores”.