"Recicla tus Pilas Andalucía", impulsado por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y con el apoyo de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) que operan en la comunidad autónoma: ECOLEC, ECOPILAS y ERP, celebra el Día Mundial del Reciclaje recordando que el 75% de los materiales que componen las pilas y baterías pueden ser recuperados y reciclados. Desde "Recicla tus Pilas Andalucía" se pretende con ello resaltar la importancia del concepto de economía circular, basado en el aprovechamiento de estas materias primas para elaborar múltiples productos y ponerle freno al agotamiento de los recursos naturales finitos del planeta.
Se estima que hasta un 75% de los materiales que componen una pila pueden llegar a ser reutilizados gracias a los modernos procedimientos de reciclaje que se emplean en las plantas y centros autorizados. Sin embargo, este porcentaje depende en gran medida de factores como el grado de humedad que contengan las pilas, la carga eléctrica que almacenen de forma residual, o el deterioro que presenten antes de ser sometidas a su procesado.
La importancia del reciclado de pilas recae en el impacto medioambiental que implican los materiales que las componen en el caso de no ser desechados correctamente. Compuestos químicos y minerales tóxicos que, al liberarse y entrar en contacto con el suelo, el agua o el aire, contaminan gravemente el entorno que nos rodea. Por otra parte, al recuperar estas valiosas materias primas, se logrará evitar tener que extraerlas de la naturaleza y ahorrar la energía empleada en ello.
Las materias primas que se recuperan de una pila reciclada pueden categorizarse en tres tipos: plásticas, en torno a un 5%, ferrosas, un 25%, y no ferrosas, un 70%. Los usos y aplicaciones que tienen una vez recicladas son múltiples y variados. Llegándose a utilizar para la fabricación de una gran cantidad de productos, entre ellos nuevas pilas, baterías y acumuladores.
Los materiales de tipo ferroso que podemos encontrar en las pilas son principalmente hierro, acero y latón, y suelen formar parte de su carcasa. Suelen ser fundidos y utilizados por la industria metalúrgica para la elaboración de productos metálicos como alambres, componentes eléctricos, herramientas y útiles de bricolaje, ferretería y construcción, e incluso utensilios de cocina o matrículas para vehículos.
Entre los materiales de tipo no ferroso se citan minerales como el cinc, muy empleado para la galvanización del hierro, pinturas y esmaltes. El manganeso, que entre otras aplicaciones se puede utilizar en productos químicos o en la siderurgia. El níquel, por ejemplo, se usa para la fabricación de acero, acuñar monedas y recubrimientos metálicos. Y el estaño para latas de conserva, crear compuestos fungicidas, disminuir la fragilidad del vidrio e incluso, para instrumentos musicales.
Por otra parte, entre los usos más habituales del litio está la fabricación de nuevas pilas o baterías para vehículos eléctricos.. Esto sucede igual con el plomo, uno de los materiales más contaminantes, que se usa sobre todo en las baterías de coches de combustión y otras baterías industriales, y que también se emplea para revestimientos protectores contra radiaciones, por ejemplo.
No podemos olvidarnos del mercurio, otro mineral nocivo para la naturaleza y presente todavía en las pilas de botón más antiguas, usado en equipos de laboratorios químicos industriales, aplicaciones eléctricas, termómetros y, en su forma gaseosa, para lámparas fluorescentes.
Con todo ello, "Recicla tus Pilas Andalucía" hace un llamamiento a la población en este Día Mundial del Reciclaje para desechar sus residuos de pilas en contenedores y puntos de recogida habilitados. De manera que estos puedan aprovecharse para convertirse en algunos de los objetos más comunes que encontramos en nuestra vida cotidiana.