La revolución digital ha transformado la manera en la que interactuamos, aprendemos y nos entretenemos. Sin embargo, el uso intensivo de dispositivos tecnológicos, especialmente entre los adolescentes, ha generado preocupaciones crecientes sobre su impacto en la salud mental. Según el último estudio de UNICEF España (2024), un 40% de los adolescentes presenta problemas más o menos serios de salud mental.
La tecnología ofrece innumerables beneficios, pero, para sacarle el máximo partido, tener una relación saludable con ella es clave para evitar problemas como ansiedad, depresión, trastornos del sueño, baja autoestima o aislamiento social. SPC, con motivo del Día Mundial del Bienestar Mental para los Adolescentes (2 de marzo), recuerda la importancia de encontrar un equilibrio saludable entre el uso de la tecnología y el bienestar mental con estos cinco hábitos digitales saludables.
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Establecer límites de tiempo y descanso digital: la sobreexposición a las pantallas puede generar fatiga visual, alteraciones del sueño y problemas de concentración. Definir horarios para desconectar del móvil y de las redes sociales, como, por ejemplo, durante las comidas, cuando estás con amigos o antes de dormir pueden ayudar a encontrar el equilibrio. Además, para quienes buscan un détox digital más extenso, los dumbphones se posicionan como la opción más acertada ya que permiten disponer de todas las prestaciones de un teléfono básico, pero sin conexión a internet.
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Mantener una vida activa: existen apps y dispositivos que pueden ayudar a los adolescentes a mantenerse activos. Actualmente, herramientas como los contadores de pasos, los retos de actividad o las plataformas de entrenamiento guiado permiten integrar el ejercicio en la rutina de forma sencilla y motivadora. Además, facilitan el seguimiento del movimiento diario, estableciendo objetivos personalizados y fomentando hábitos más saludables para el bienestar físico y la reducción del estrés.
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Eliminar las distracciones a medida con el Modo Concentración: este modo va más allá del clásico No Molestar, permitiendo personalizar qué aplicaciones pueden enviar notificaciones según el momento del día o la tarea que se esté realizando. Para activarlo, basta con ir a Ajustes, buscar la sección Bienestar digital y controles parentales, seleccionar Modo Concentración y configurar las apps permitidas y los horarios en los que debe estar activo. De esta forma, se facilita la concentración y se reducen las distracciones innecesarias durante el estudio, el trabajo o el tiempo libre. Para un control aún mayor, existen herramientas que limitan el tiempo de uso o convierten tu móvil en un dumbphone, restringiendo redes sociales y distracciones.
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Habilitar los recordatorios de tiempo de pantalla: si alguna vez has perdido la noción del tiempo usando el móvil, los recordatorios de tiempo de pantalla pueden ayudarte. Esta función te avisa cuando has pasado demasiado tiempo en una app o con el dispositivo, fomentando hábitos digitales más saludables y evitando el consumo excesivo de redes sociales, juegos o cualquier otra aplicación que pueda absorber más tiempo del deseado. Para configurarlo, es necesario acceder a Ajustes, buscar Bienestar digital y controles parentales y, dentro del Panel de control o Tiempo de pantalla, activar las alertas y personalizar los límites de uso según las necesidades de cada usuario.
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Limitar el uso de las aplicaciones: permite establecer un tiempo máximo de uso diario para apps específicas poniendo freno al uso excesivo. Cuando se alcanza el límite, la aplicación se bloquea temporalmente, obligando a hacer una pausa y poner el foco en otra tarea. Para habilitar esta función, selecciona, desde el menú Ajustes, Bienestar digital y controles parentales, y entra en Panel de control o Límites de aplicaciones para definir un tiempo máximo de uso para las aplicaciones que se deseen restringir.
En definitiva, la clave no está en rechazar la tecnología, sino en aprender a utilizarla de manera consciente y equilibrada. Adoptar hábitos digitales saludables permite aprovechar sus ventajas sin comprometer el bienestar mental y emocional. Pequeños cambios en la rutina pueden marcar una gran diferencia, ayudando a los adolescentes y a cualquier usuario a desarrollar una relación más positiva con el entorno digital.