Siempre hemos debatido lo que era tradicionalmente lo importante y lo urgente en las empresas, pero en esta nueva era digital ¿ha habido cambios en las prioridades? ¿Cómo impactará la I.A. (Inteligencia Artificial) en nuestra empresa y en el mundo laboral?
Todos sabemos que la parte estratégica es vital para la supervivencia de cualquier empresa y eso sigue ahí, como siempre, pero con más frentes abiertos. Debemos tener clara la estrategia, el plan de marketing para nuestra marca, los objetivos actualizados, el equipo humano preparado con la formación continua, los pertinentes análisis del mercado y de nuestra empresa revisados cada cierto tiempo (ahora deberíamos hacer esto cada semestre) y estar en permanente vigilancia de los eventos y novedades de nuestro sector, así como de cualquier nuevo actor o producto que aparezca en el mercado. Tener a nuestro equipo informado y compartir los planes para que le den sentido a su trabajo.
Lo que es una evidencia es que la larga lista de posibilidades que puedan ocurrir en el mundo de la economía y la geoestrategia ha aumentado considerablemente y esto hace más exigente la dedicación a cualquier aspecto tecnológico, social, laboral, económico, político o geoestratégico a nivel mundial.
Cualquier cosa que ocurra en el otro extremo del mundo puede influir en nuestra empresa o sector o no, pero ya requiere de un análisis detallado. Las tendencias son ahora muchas más que antes y los posibles cambios que parecen inocentes a veces acaban impactando en nuestros resultados si no los vemos venir.
Tenemos más preguntas que nunca y menos certezas y esto complica la gestión de nuestras empresas y nos exige unos análisis más profundos que nos obligan a darle una mayor dedicación a estas actividades externas que puedan suponer amenazas u oportunidades para nosotros. Cada vez que se mueve algo en el tablero mundial puede originar cambios en los consumidores y tenemos que saber si nos va a impactar, cuando y como y que posibles escenarios se nos van a presentar. Cualquier cambio en la normativa europea y española puede provocarnos cambios en nuestra forma de gestionar.
Ahora es imprescindible detectar claramente lo que son tendencias de lo que son cambios bruscos geoestratégicos que pueden provocar a medio plazo impactos no deseados en nuestro sector. Y esto es responsabilidad de los líderes.
Por ejemplo, la demografía es clave como tendencia en casi todos los sectores, no es lo mismo un país cuya población crece que otro en la que disminuye. No es lo mismo que los hogares sean familiares donde conviven varias personas que los hogares unipersonales que están creciendo con fuerza en España y que van a consumir menos y de forma diferente unos de otros.

Hay 5,5 millones de hogares en España (el 28% del total y creciendo) donde solo vive una persona. Los productos que necesitan cambian muchísimo del resto de hogares con más miembros. Hay 850.000 personas mayores de 70 años viviendo solas y esto sigue aumentando. Hay 616.300 jóvenes de entre 25 y 34 años viviendo solos que consumirán productos muy diferentes del otro grupo de mayores. El 43% de los hogares españoles (de los 19,6 millones de hogares totales) tienen como mínimo una mascota que les supone un coste extra de 165 euros al mes como mínimo. En Aragón, Asturias y Cantabria es donde más gente vive sola. Es decir, esta clara tendencia del negocio de la soledad influirá como otras en el consumo y por lo tanto en lo que podamos vender. Por ejemplo ¿se les podrán vender robots que les hagan compañía a estas personas que viven solas?
Otro cambio muy dañino para las empresas es el espectacular aumento de las bajas laborales en España batiendo récords en Europa, esto es nuevo y nunca se ha producido anteriormente con esta radicalidad. Otro factor importante ahora mismo es la inflación, si los consumidores españoles perdemos poder adquisitivo nos obliga a cambiar la forma en la que consumimos y esto impactará en nuestra empresa de una forma o de otra.
Y otra tendencia peligrosa es la desaparición de la clase media española que era la más numerosa y ya no lo es, esto impactará en el mercado en menores ventas o en ventas de productos más baratos perdiendo valor por nuestra parte.
La empresa no puede vivir en modo urgencia permanente y por eso necesita una base sólida en la que asentar su estrategia, sus prioridades y separar el grano (lo importante) de la paja (lo urgente). Ya no es como antes, lo que hacíamos determinaba que tuviésemos un espacio en nuestro mercado, sino que ahora es el por qué existimos y por qué importamos tanto. Hay que tener un camino mental claro que nos dé fuerza y orgullo de marca.
- Que has aprendido hoy, es mejor pregunta que cuanto has hecho.
- Un buen líder consigue adaptar los comportamientos de su gente.
- El mundo entero se aparta cuando ve pasar a alguien que sabe a dónde va.
José Carrasco (blog: josecarrascolopez.com)
Autor del Libro: Cómo gestionar para Perdurar
Fundador de Azelera Formación y Fersay Electrónica (diciembre-2025)







