Samsung Electronics Co., Ltd ha lanzado “SIN reflejos”, una nueva campaña que pone en el centro una de las innovaciones más visibles —y a la vez más sencillas de explicar— de los televisores de la marca: la tecnología Glare Free y Display Mate, capaz de eliminar los reflejos y mantener la calidad de imagen incluso bajo la luz más intensa.
La campaña parte de un problema tan común como frustrante como son los reflejos que arruinan las mejores escenas de una película, los goles de un partido o los colores de un videojuego. En lugar de bajar persianas, apagar las lámparas o mover el sofá, Samsung propone una alternativa radicalmente simple: disfrutar del contenido sin interrupciones, a plena luz del día.
Tres historias, una misma promesa
La campaña se articula en tres piezas audiovisuales que muestran distintas formas de vivir la televisión sin reflejos como una pareja que disfruta de su serie favorita mientras entra la luz del sol, un grupo de amigos que celebra un partido sin perder detalle y un gamer que puede encender todas las luces sin preocuparse por los brillos. Cada historia refleja una situación real de consumo de entretenimiento, con un tono cotidiano y emocional que traslada la promesa de la marca a la vida diaria.
La campaña ha sido ideada y producida por la agencia Cheil Spain que, a partir del concepto “ver la tele como quieras, cuando quieras y con la luz que quieras”, se enfrentó al reto de recrear entornos donde la iluminación —natural y artificial— se convierte en protagonista. Justo ahí, donde otras pantallas se apagan o se nublan, la tecnología sin reflejos demuestra su ventaja.
Como guiño adicional, las piezas fueron rodadas íntegramente con el smartphone Galaxy S25 Ultra, reforzando la narrativa de innovación transversal de Samsung y demostrando la calidad profesional de su ecosistema de dispositivos.
“SIN reflejos” nace de un concepto estratégico de convertir una innovación tecnológica en un beneficio emocional y universal. Con un mensaje directo —SIN reflejos, SIN interrupciones—, la campaña demuestra cómo una mejora técnica puede traducirse en libertad y disfrute.
El resultado es una ejecución visualmente cuidada, con una estética natural y contemporánea que busca brillar, precisamente, donde antes había reflejos.
