En un mundo donde la seguridad del hogar es cada vez más importante, las cámaras de videovigilancia se han convertido en un aliado indispensable para las familias. La instalación de este tipo de dispositivos inteligentes ofrece una capa adicional de protección y tranquilidad, permitiendo a los propietarios monitorizar sus viviendas en tiempo real y actuar rápidamente ante cualquier actividad sospechosa.

Sin embargo, muchos usuarios no aprovechan al máximo las posibilidades de estos dispositivos, y conocer los errores más comunes puede marcar la diferencia entre una Smart Home realmente segura y un sistema que no cumple su función.

En este contexto, EZVIZ, referente global en smart entry y tecnología para el hogar, recopila los errores más comunes que se cometen en la instalación y uso de cámaras de seguridad de interior y exterior, y comparte una serie de recomendaciones para evitarlos y sacar el máximo partido a cada dispositivo:

  • No planificar la instalación correctamente: la colocación de las cámaras en lugares estratégicos es clave para que realmente protejan el hogar. Priorizar los accesos principales como puertas, garajes, ventanas bajas o pasillos incrementa notablemente la eficacia del sistema, tanto para cámaras de exterior como de interior. Las cámaras de interior no solo permiten supervisar habitaciones o pasillos, sino que también ayudan a controlar aspectos cotidianos, como la seguridad de los niños, las mascotas o las zonas más sensibles del hogar.

  • Ignorar la iluminación y el entorno: no considerar las condiciones de luz y el entorno al instalar las cámaras puede afectar a su rendimiento. Una ubicación con poca iluminación o con reflejos directos del sol puede afectar la visibilidad y generar imágenes borrosas o sobreexpuestas. Del mismo modo, colocar cámaras cerca de fuentes de calor, objetos en movimiento como árboles o cortinas o en zonas con mucha variación lumínica puede provocar falsas alarmas o pérdida de detalles importantes.

  • No comprobar la conexión ni aprovechar las funciones inteligentes: las cámaras modernas incorporan funciones avanzadas que aumentan la efectividad del sistema, como detección de movimiento, seguimiento automático, reconocimiento facial, zonas de actividad y alertas en tiempo real. Gracias a la inteligencia artificial, pueden distinguir entre personas, animales y objetos, reduciendo falsas alarmas.

Ezviz

  • Descuidar la seguridad digital: proteger el sistema desde el primer día cambiando las contraseñas predeterminadas, utilizando claves seguras y activando el cifrado en los accesos remotos es esencial. Además, mantener el firmware actualizado con actualizaciones periódicas refuerza la protección del sistema frente a posibles vulnerabilidades o intentos de hackeo, mejorando también el rendimiento y la seguridad.

  • No respetar la privacidad de los vecinos: ajustar el ángulo de las cámaras para que enfoquen exclusivamente nuestra propiedad y evitar que graben patios, ventanas o entradas de los vecinos. Además de mantener una buena convivencia, se estará cumpliendo con las normativas legales de protección de datos y videovigilancia.

  • Olvidar el mantenimiento y el almacenamiento: uno de los errores más comunes es instalar las cámaras y olvidarse de su mantenimiento. Con el tiempo, el polvo, la humedad o la suciedad pueden afectar la calidad de imagen y el rendimiento del sistema. Además, si no se revisa el espacio de almacenamiento, las grabaciones pueden sobrescribirse o perderse sin que te des cuenta.

“Cada vez está más extendido el uso de las cámaras de videovigilancia en los hogares por los múltiples beneficios que representan. En EZVIZ, entendemos la importancia de ofrecer dispositivos que satisfagan las necesidades de nuestros clientes, brindando no solo seguridad, sino también tranquilidad. Nuestro objetivo es permitir que las personas estén siempre conectadas y tengan el control de su hogar desde cualquier lugar” señala Valentina Vargas, responsable de Marketing en EZVIZ Iberia.