Con motivo del Día Mundial de la Naturaleza (3 de marzo), los embajadores de Canon y galardonados fotógrafos Pie Aerts y Marina Cano exploran el tema de este año, 'Asociaciones para la conservación de la fauna y la flora silvestres', y hablan de sus enfoques individuales a la hora de contar historias, de encontrar relatos esperanzadores de coexistencia en lugar de conflictos, y de implicar a su público en la conservación de la fauna y la flora silvestres a través de la creación de comunidades.
La fotógrafa española Marina Cano está especializada en capturar la vida salvaje africana y lleva fotografiando animales desde que era adolescente. Su devoción por la fauna y la naturaleza de este continente la ha llevado a publicar varios libros, entre ellos Alma salvaje (2018). Como parte de su trabajo, Marina también organiza safaris africanos y talleres de vida salvaje, mostrando la belleza del mundo natural que busca capturar y conservar. Ha colaborado con diversas asociaciones de protección de especies amenazadas.
Copyright: Marina Cano (Maridadi)
Pie Aerts, nacido en Holanda, está fascinado por la relación entre los seres humanos, los animales y su entorno natural. Tras cursar un máster en economía, se dispuso a escalar posiciones en el mundo empresarial, pero siguió desarrollando en un segundo plano su pasión por la fotografía. Tras años de mantener dos identidades, la de empresario y la de fotógrafo, dejó los negocios para dedicarse a la fotografía a tiempo completo. Como fotógrafo, ahora se centra sobre todo en historias de coexistencia entre el hombre y la vida salvaje, produciendo libros y colecciones impresas. También trabaja para ONGs y socios turísticos de todo el continente africano y otros lugares.
Pie es cofundador de Prints for Wildlife, una campaña de recaudación de fondos para la vida salvaje y las comunidades africanas que ha recaudado más de 2,1 millones de dólares desde su creación en 2020. Marina es una de las 240 fotógrafas y fotógrafos implicados, que trabajan con el objetivo de contribuir a la conservación.
Ambos lleváis muchos años dedicándoos a la fotografía de naturaleza, un género bastante amplio. ¿En qué se ha centrado vuestro trabajo reciente?
Marina: En la conservación de la vida salvaje, la fotografía es una poderosa herramienta para mostrar las dos caras de la naturaleza: la cruda, que muestra el daño hecho al mundo natural, y la amable, que es la belleza que permanece. La fotografía es una herramienta increíble para mostrar la coexistencia de la naturaleza. Mi trabajo está lleno de emoción y elijo captar la maravilla de la naturaleza, como los ojos del león, porque sé que inspirará esperanza. Creo que la fotografía nos llevará al amor, y este amor a la conservación.
Pie: Ante la creciente desconexión entre los animales, los seres humanos y la naturaleza, estoy muy centrado en lo que yo llamo la narración de historias sobre la coexistencia entre los seres humanos y la vida salvaje. Siento la responsabilidad de utilizar mi voz para educar a la gente sobre la importancia de proteger la frágil relación entre el espíritu humano y el mundo natural. Cada año vemos más presión sobre los espacios salvajes, simplemente porque cada vez hay más humanos en nuestro planeta. Cómo gestionamos esa lucha por esos espacios es uno de los mayores retos de los tiempos modernos.
Ambos estáis implicados en la conservación de la fauna salvaje. ¿Qué papel desempeña vuestra fotografía en ello?
Pie: Para mí, la fotografía de naturaleza se basa en devolver. La naturaleza nos proporciona mucho y, por tanto, es nuestra responsabilidad como narradores de historias hacer todo lo que podamos para devolver algo al mundo natural. Uno de los mayores errores en el ámbito de la conservación es creer que conservar y proteger los lugares salvajes significa que tenemos que centrarnos en salvar la vida salvaje. Sin embargo, para salvarla de verdad, primero tenemos que salvar a las personas. Cuando las personas que viven en y alrededor de esos últimos ecosistemas salvajes se sienten apreciadas y respetadas, entonces hay tiempo y espacio para considerar la protección de los espacios salvajes como un incentivo a largo plazo. Una vez conseguido esto, la gente se muestra más abierta a considerar las posibilidades de proteger esas zonas para obtener beneficios a largo plazo en lugar de explotarlas a corto plazo. Por eso, en mi trabajo como fotógrafo siempre busco historias que suceden en la intersección en la que se encuentran los animales y los humanos.
Marina: Más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas y está muy desconectada de la naturaleza. Mi trabajo puede poner ante sus ojos hábitats a los que no pueden acceder. Los fotógrafos de naturaleza deberían utilizar sus herramientas y habilidades para apoyar los esfuerzos de conservación y devolver algo al entorno en el que fotografían. Cuando empecé, me distraía más el interés personal, pero muy pronto mi enfoque cambió al darme cuenta de que debemos centrarnos en lo que podemos devolver en vez de en lo que podemos llevarnos.
¿Cómo conseguís que vuestro público se implique más en la conservación de la fauna?
Marina: Utilizo mis fotos para exteriorizar la conexión entre las personas y el mundo natural. A través de estas imágenes puedo hablar a la gente de conservación: mis fotos hablan por mí y me permiten establecer una mayor conexión con mis seguidores. Se trata de una narración emocional en la que llevo a la gente a la naturaleza. Cuanto más cerca está la gente de la vida salvaje, más se pregunta qué puede hacer para ayudar. La emoción es crucial en la narración visual, para expresar y comunicar un mensaje directo al corazón.
Pie: Creo profundamente en el poder de la creación de comunidades. Por eso invierto mucho tiempo y energía en contar historias en mis redes sociales. Llevo a la gente a un viaje virtual y explico las cosas paso a paso. Para provocar el cambio hay que entender y educar. Con la educación llega la comprensión. Con la comprensión, potencialmente viene el amor. Y con el amor llega la protección.
Copyright: Pie Aerts (Disparar para asustar, no para matar)
Debe ser fácil sentirse abrumado o desanimado con todos los terribles titulares sobre incidentes de caza furtiva... ¿cómo os mantenéis positivos y motivados?
Pie: Permítanme comenzar diciendo que hay mucha esperanza en el mundo. Pero la esperanza no vende, la tragedia sí. Por eso me obligo continuamente a encontrar relatos esperanzadores, por pequeños o insignificantes que parezcan a primera vista. Pero cuando los mires más de cerca, descubrirás el potencial que encierran. No son titulares chillones sobre la extinción de especies o el deshielo de los glaciares, sino que son historias que susurran. Y hay mucho poder en las historias que susurran. Merecen más atención y mi misión es encontrarlas. A través de la poesía visual que es la fotografía, intento guiar a la gente para que vea las posibilidades de reparar esa creciente desconexión.
Marina: Como ya he dicho, las redes sociales son una gran herramienta para mí. Disfruto mucho de mi trabajo y de estar en la naturaleza y las redes sociales son una forma maravillosa de compartirlo. Viajar es un sueño para mucha gente y es estupendo poder involucrar a la gente y educarla al mismo tiempo.
De los comentarios y respuestas he aprendido que también ayuda a otras personas a sentirse positivas y motivadas respecto a la conservación. Compartir nuestro trabajo es una forma importante de atraer a la gente con buenas noticias.
¿Cómo encontráis historias esperanzadoras que documentar?
Pie: Todo se reduce a entender a los sujetos que estás fotografiando, ya sean humanos, animales, árboles u océanos. Estudiar esto primero, a la larga lleva a encontrar ese ángulo de esperanza. A menudo, no nos enfocamos lo suficiente en crear un contexto de respeto mutuo y nos centramos demasiado en intentar conseguir esa impresión final que aparecerá en la portada. La prioridad debe ser siempre la conexión con el sujeto. La esperanza acabará surgiendo de ahí.
Marina: Nuestro trabajo consiste en crear emociones. Mi esperanza es que cuando la gente vea la obra, sienta lo que nosotros sentimos al hacer la foto. Al sumergirse en nuestro mundo, es de esperar que empiecen a pensar en qué podrían hacer para ayudar, como comprar una copia.
¿Cuál es la foto de naturaleza más impactante que habéis tomado? ¿Por qué?
Marina: Fue una serie de fotos que, aunque no me parecen geniales, la historia en sí es la más bonita que he capturado. Tomé la serie en el Parque Nacional de Amboseli, en Kenia, entre la hierba. Estaba esperando a que una grulla levantara el vuelo cuando pasó una manada de elefantes. En lugar de levantar el vuelo, el ave extendió las alas y los elefantes pasaron junto a ella, casi tocando las puntas de sus alas.
Después me di cuenta de que estaba protegiendo sus huevos y me conmovió tanto, no sólo el poder de la naturaleza, sino el poder de la maternidad. Fue increíble ver esa ternura en la naturaleza.
Pie: Yo definiría lo más impactante como una imagen que provoca un cambio, que tiene el potencial de mejorar la vida del sujeto, ya sea un paisaje, un ser humano o un animal. En este contexto, mi serie más impactante fue 'Shoot to Scare Not to Kill' ('Disparar para asustar, no para matar'), que me inspiró para crear 'Prints for Wildlife'.
La serie se centra en el legado de mi querido amigo Albert, tristemente fallecido en 2020. Era cazador furtivo, pero consiguió dar un giro a su vida convirtiéndose en guardabosques y luchando en primera línea para salvar a los animales. Su historia realmente despertó algo en mí, un deseo de difundir su energía contagiosa y su espíritu maravilloso, una voluntad de pasar a la acción y un fuerte impulso de continuar el legado de Albert. Gracias a ello, guardas forestales de todo el continente se benefician ahora de los fondos que hemos recaudado, lo que en última instancia redunda en beneficio de la vida salvaje y los ecosistemas.
Habéis trabajado duro para hacer de este campo vuestra profesión a tiempo completo... ¿Cómo pueden los aficionados ayudar o implicarse más?
Marina: Para mí, el único consejo que puedo dar a los aficionados es que perseveren y que su pasión debe surgir de forma natural y de su interior. Sin pasión, te costará seguir adelante. Ya sabes lo que dicen: si amas lo que haces, no trabajarás ni un solo día de tu vida. Si tienes esos ingredientes de pasión y amor, entonces aprenderás a través de tu trabajo.
Pie: Recuerda que el crecimiento se producirá siempre que te mantengas fiel a ti mismo. No crees para nadie más, sino para ti mismo, porque si quieres convencer a otras personas de que crean en tu trabajo, primero tienes que creer en tu propia historia. Cuestiónate cada día por qué creas las historias que creas y date cuenta de que las únicas expectativas que importan en la vida son las tuyas. Escucha tu voz interior y acepta que tu carrera como narrador es un proceso lento. Acepta todos los pequeños pasos, porque te prometo que conectarán en el futuro.
Una nota más práctica: habla con tus amigos de tu aprecio por la naturaleza, ¡cuéntaselo! Y explícales por qué crees que debemos proteger los paisajes naturales. De este modo, influir en la naturaleza se convierte en un acto cotidiano, y todos estos pequeños pasos crean un movimiento.