Cada 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra. Una jornada dedicada a concienciar a la población de la necesidad de cambiar los hábitos diarios para preservar el planeta, reduciendo la huella de carbono, fomentando el reciclaje, respetando el medio ambiente y llevando a cabo acciones saludables para el entorno.
Miele lleva años mostrando su apoyo al planeta invitando a sus consumidores a reflexionar sobre cómo sus acciones cotidianas o hábitos de consumo pueden cambiar el planeta contribuyendo con su granito de arena a cuidar de la naturaleza. Este año, bajo el lema “Invierte en nuestro planeta”, se suma de nuevo a esta lucha animando a sus consumidores a marcar la diferencia y dirigir todos sus esfuerzos a proteger el planeta.
Un hecho que también se ve reflejado en su campaña “Calidad antes de su tiempo”, por la que Miele defiende que una de las más notables acciones de sostenibilidad es el compromiso efectivo por la durabilidad. En este sentido, Miele desestima la sobreproducción de aparatos e invita a reflexionar al consumidor sobre la idea de “comprar menos y comprar mejor”.
Y es que la marca es un ejemplo de activismo en el área de la sostenibilidad, al orientar todos sus esfuerzos en el desarrollo de productos que duren en el tiempo. Es por ello, que sus electrodomésticos están diseñados para una vida útil de 20 años y gran parte de ellos son testados antes de su comercialización hasta 10.000 horas , lo que puede triplicar el tiempo de prueba de algunos motores de coche.
De esta forma, la aplicación de este tipo de decisiones conllevaría efectos positivos sobre el medio ambiente como la reducción de la huella de carbono y emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, algunos de los principales objetivos marcados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Agenda 2030.
No obstante, el compromiso de Miele con el planeta abarca todas las etapas de la cadena de valor: desde el desarrollo de un producto, pasando por producción, distribución, con sus esfuerzos en la reducción de la huella de carbono, hasta su uso por el cliente a través de principios de eficiencia energética por el que se rigen sus productos. De hecho, el 100% de las lavadoras vendidas en la Unión Europea en 2020 alcanzaban la mayor clase de eficiencia disponible en el mercado en ese momento.
La empresa se ha propuesto reducir las emisiones de CO2 de sus centros de producción y venta mundiales, incluida la flota de vehículos, en un 50% en términos absolutos para 2030 en comparación con los niveles de 2019. Así mismo sigue trabajando para reducir las emisiones derivadas del uso de los electrodomésticos, con un objetivo de reducción del 40% en 2050.
Con el desarrollo de este tipo de acciones, Miele insta a la sociedad a replantearse las acciones que lleva a cabo en su relación con la naturaleza y pone de manifiesto los más de 120 años de fabricación propia e innovación de la marca en su compromiso por el logro de un planeta cada vez más sostenible.